Quiropráctica para la Tercera Edad
El tratamiento quiropráctico continuado aumenta los arcos de movimiento permitiendo a la gente mayor doblarse o rotar la cabeza con más facilidad. También ayuda a mantener el equilibrio y la coordinación mediante la estimulación de los mecanorreceptores de la columna cervical reduciendo el riesgo de caídas (Caranasos MD, Isreal MD 1991). Las lesiones debido a caidas son la causa del 90 % de los casos que se producen cada año entre los mayores de 65 años. La quiropráctica reduce el riesgo estas caídas. En la quiropráctica utilizamos los ajustes y los ejercicios específicos de estiramientos diseñados para aumentar la fuerza, la flexibilidad, la movilidad, el equilibrio y la coordinación.
Un estudio en 1996 del Dr. Ian Coulter del Canadian Memorial Chiropratic College comparaba 2 grupos de ancianos, unos recibían tratamiento quiropráctico durante 3 años y otros no. Al cabo de 3 años, solo el 5% de los que recibieron tratamiento vivían en una residencia frente al 48% del grupo que no recibió tratamiento; y el 26% de los que recibieron tratamiento fueron hospitalizados alguna vez durante esos tres años frente al 48% de los que no recibían tratamiento.
La quiropráctica puede ayudar:
- Artrosis
- Artritis
- Rangos de movimientos reducidos
- Rectificaciones en las curvas cervicales y lumbares
- Cifosis
- Reducción de la inflamación articular
- Mejora del dolor crónico
- Vértigos
- Equilibrio
- Coordinación
- Memoria
- Capacidad cognitiva
- Prevención del Alzheimer
- Calidad del sueño
- Incremento de la energía vital
- Circulación sanguínea
- Capacidad pulmonar
- Tensión arterial
- Diabetes
